Representante peruano señaló la especial vulnerabilidad del Perú por la disrupción del comercio de los fertilizantes y exhortó a que se facilite la salida de urea en la zona de conflicto.

Nota de Prensa

El 20 de los corrientes se llevó a cabo en Ginebra, Suiza, una reunión de alto nivel sobre la crisis económica mundial en el marco de la 72da sesión ejecutiva de la Junta de Comercio y Desarrollo, máximo órgano de diálogo político de la Conferencia de la Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Este panel contó con la participación de la Secretaria General de la UNCTAD, Rebeca Grynspan.

En su presentación la señora Grynspan destacó que la economía mundial se encuentra actualmente atravesando un contexto extremadamente complejo y desafiante, marcado por un  aumento global en el costo de la vida y un cambio climático implacable, una pandemia que aún no ha terminado y un rápido deterioro de las condiciones financieras.

Precisamente esta última es una de las variables más preocupantes ya que el espacio fiscal de las economías se está reduciendo, las tasas de interés están agotando las reservas y las deudas  de capital están bajo enormes dificultades.

La alta funcionaria destacó que “la liquidez en el sur global se está evaporando a tasas que no se habían visto desde los años 80” y que “el dinero va por el camino y el momento equivocado”. En este contexto, precisó que “los países en desarrollo necesitan más recursos para proteger a sus hogares vulnerables de la crisis del costo de la vida a través de programas de protección social específicos y sostenidos”.

La UNCTAD calcula que más de 380 mil millones de dólares han salido de  las reservas de divisas de los países en desarrollo, casi el doble de lo que recibieron en derechos especiales de giro el año pasado. Ello debido, fundamentalmente, a los aumentos de las tasas de interés de este año. “En la práctica ello equivale a que muchos países sufrirán una pérdida de ingresos de alrededor de 360 mil millones de dólares”, enfatizó Grynspan.

Otro aspecto importante que fue destacado por la SG de la UNCTAD es que se trata de crisis en cascada cuyas consecuencias son marcadamente políticas, tanto en términos de política interna (cuando el costo de la vida aumenta, la inestabilidad social y política también aumenta) como en términos geopolíticos internacionales con altos niveles de fragmentación y enormes dificultades para alcanzar acuerdos.

A pesar de esta situación, Grynspan exhortó a la comunidad internacional a generar consensos y concretar avances sustanciales en las áreas clave del cambio  climático, los derechos especiales de giro, así como los proyectos y la movilización de los bancos multilaterales de desarrollo. El FMI ha adoptado algunas medidas como la apertura de una “ventana de emergencia” para el choque alimentario, así como un programa de  resiliencia y sostenibilidad a través de un fondo fiduciario. Pero, en opinión de la SG de la UNCTAD, “ello no es suficiente” y “tampoco debe estar condicionado”. Para la SG de la UNCTAD el problema es falta de voluntad política. Lo que hace falta es un liderazgo para reconocer que se debe hacer mucho más con lo que ya se tiene a la mano.

A pesar de este panorama sombrío, durante los debates, se surgieron motivos para la esperanza con la implementación de los dos Acuerdos de Estambul que se firmaron entre Turquía, Ucrania y la Federación de Rusia los cuales abrieron  un corredor verde a través del cual casi 8 millones de toneladas métricas de alimentos que regresaron  al mercado mundial. Como resultado de esta iniciativa, el índice de precios de los alimentos de la FAO ha caído durante siete meses consecutivos, un desarrollo muy importante que ha permitido evitar que más de 100 millones  de personas caigan en la pobreza.

En este contexto, la señora Grynspan señaló que se requiere de instrumentos que permitan el libre flujo la energía y los fertilizantes en la zona de guerra. Un enfoque limitado a la política monetaria sin soluciones comerciales y sin fortalecimiento de la oferta de alimentos, solo logrará reducir la inflación pero no evitará la recesión.

En su intervención, el representante Permanente, Embajador Luis Chuquihuara, agradeció en nombre del Perú la participación directa y el liderazgo mostrado por la Secretaria General de la UNCTAD en el Grupo de Respuesta a la Crisis Mundial sobre las repercusiones globales de la guerra en Ucrania en materia de alimentación, energía y finanzas. Igualmente, expresó el alto aprecio por sus gestiones  en las negociaciones de Rusia y Ucrania para crear un corredor que permita la salida de alimentos de dichos países, con excelentes resultados, que permiten disminuir la presión en los países que ven su seguridad alimentaria afectada o amenazada y formuló un exhortación para también fortalecer el paso de los fertilizantes, especialmente la urea, desde la zona de conflicto para tratar de estabilizar el precio mundial.

Chuquihuara señaló que el Perú es el segundo país en América Latina más vulnerable a la disrupción del comercio de los fertilizantes y su potencial efecto en la provisión de alimentos. En este sentido, ,el Representante peruano puntualizó “que las crisis paralelas que nos aquejan siguen develando las grandes vulnerabilidades que han venido afectando por años a nuestras sociedades y que se han agudizado a raíz de las graves consecuencias socioeconómicas de la guerra en Ucrania, la pandemia de la COVID-19, recrudecimiento de los efectos del cambio climático, entre otros”.

También hizo referencia a la necesidad de abordar otras tareas urgentes como la implementación integral del “Pacto de Bridgetown” adoptado en octubre de 2021, un documento ambicioso adoptado en el marco de la UNCTAD con un mandato revitalizado con lineamientos que permitirán avanzar hacia una mayor igualdad, sostenibilidad y resiliencia económica.

Finalmente, el diplomático peruano destacó que el Perú continuará apoyando los esfuerzos por revitalizar a la UNCTAD “de manera que mejore y optimice cada mes más la ayuda a los países en desarrollo con equidad social y sin dejar a nadie atrás”, tal como lo acordara la señora Grynspan con nuestras más altas autoridades en ocasión de su visita oficial al Perú, el pasado mes de julio.

Ginebra, 28 de octubre de 2022